El escritor frustrado quería publicar su nuevo libro, pero no se vendía. Él no tenía dinero para vivir así que su amigo Enrique le mandó un trabajo en la calle Méndez Álvaro junto a la Glorieta de Atocha que consistía en pintar una casa. Al parecer la casa en la que estaba trabajando, había sido habitada hasta hace poco porque mientras estaba trabajando, había sido habitada hasta hace porque mientras estaba arreglando las paredes se encontró un móvil. Más tarde empezó a sonar, el escritor frustrado lo cogió y saltó el buzón. En el cajón donde se encontraba el móvil descubrió fotocopias de un tal Dechén. De repente suena el timbre de la puerta y aparece el cartero con un paquete, se lo entrega  y se baja. El escritor frustrado abre el paquete porque tiene curiosidad, al abrirlo ve que es un diario  y decide leer las primeras 5 páginas, tenía mucha curiosidad y decidió leer todo el diario.